Pasajera de crucero falleció tras ser atacada por un tiburón en las Bahamas

 

El crucero donde fue el ataque del tiburón se encontraba atracado en Nassau, donde la familia habría reservado una excursión.


Una pasajera estadounidense de un crucero, quien es originaria de Pensilvania, falleció después de ser atacada por un tiburón mientras buceaba con su familia en las Bahamas, donde iba a bordo del barco de Royal Caribbean, Harmony of the Seas.

De hecho, las autoridades confirmaron que se trataba de una turista de 58 años, quien fue atacada en Green Cay, frente a la costa de Nassau, donde fue encontrada por la policía de Royal Bahamas.

Incluso, el crucero se encontraba atracado en Nassau, donde la familia habría reservado una excursión con una compañía de turismo local que los llevó a pasear a un área popular para bucear.

Sin embargo, mientras se encontraban buceando, la familia se percató que un tiburón estaba atacando a la mujer por lo que corrieron a ayudarla y a pedir auxilio; sin embargo, la víctima ya tenía mordeduras en sus “extremidades superiores”.

A su vez, este ataque de tiburón es el más reciente desde que en febrero de este año, un hombre de 51 años tuvo que ser hospitalizado en Miami, tras haber sido mordido por un tiburón en un brazo cuando pescaba cerca de Bimini, en Bahamas.

Asimismo, el herido fue auxiliado por un helicóptero de la Guardia Costera estadounidense hasta el barco en el que se encontraba pescando y lo llevó hasta el Jackson Memorial Hospital en Miami.

Por su parte, el Archivo Internacional de Ataques de Tiburón (ISAF), una entidad de la Universidad de Florida que es considerada la máxima autoridad mundial en la materia, publicó en enero su informe anual, en el que se recoge que nueve personas perdieron la vida en 2021 a causa de mordeduras de tiburón “no provocadas”.

En ese sentido, el ISAF investigó 137 supuestas interacciones entre tiburones y humanos registradas en todo el mundo en 2021 y confirmó 73 mordeduras de tiburón a humanos no provocadas y 39 provocadas.

Finalmente, el informe demuestra que el riesgo de que una persona sea mordida por un escualo es “extremadamente bajo”, aunque las probabilidades aumentan si uno practica el surf u otro deporte con tabla.