El sombrero de la reina

 

Isabel II no puede expresar su opinión, pero la tiene


La reina Isabel II dio a conocer que su gobierno tendría como prioridades concretar la salida de Reino Unido de la Unión Europea y fortalecer al Estado frente al terrorismo.

El acto solemne en el que la reina pronunció estas palabras tiene algunas interesantes particularidades. Se trata de la ceremonia de apertura de sesiones del Parlamento británico a la que usualmente el monarca asiste acompañado de gran pompa y oropel con carruajes, caballos, guardias imperiales y todo el boato que suele rodear a una casa real. Otro aspecto interesante, quizás el más importante, es el que tiene que ver con el hecho de que el discurso que pronuncia la reina en la galería de la Cámara de los Lores no lo escribe la reina ni su equipo de colaboradores, sino que lo hace el primer ministro en turno, en este caso la conservadora Theresa May, por lo que es perfectamente posible que la jefa de Estado diga cosas con las que no está de acuerdo.

No importa. En este caso la reina sólo puede y debe de hecho, pronunciar el discurso buscando encarnar lo que de acuerdo al sistema político británico es, es decir, el símbolo que unifica a los británicos ubicándose por encima de diferencias políticas o ideológicas. Es por esta razón que no pocos vieron un mensaje cifrado por parte de Isabel II en la indumentaria que eligió para la ocasión. La reina se vistió de azul, un azul muy parecido al de la bandera de la Unión Europea, y portó un sombrero con florecitas amarillas que se asemejaban a las estrellas, también amarillas, de la bandera de la Unión Europea. ¿Será que la reina no ve con buenos ojos la salida de Reino Unido de la Unión Europea? Puede ser. Isabel II no puede expresar su opinión, pero de que la tiene, la tiene.

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