TLC al gusto ajeno

 

Quienes ponen las reglas son los empresarios


En recorrido por carreteras poblanas encontré un tráiler con dos salchichas, esos enormes tubos que lo mismo contienen leche que gasolina y como en este caso, algún elemento desconocido, pero del que advierten alta peligrosidad.

Cada una de las cisternas llevaba un letrero que reconocía que eran dos remolques, no como hipócritamente anuncian los llamados “fulles”, doble semirremolque, y advertían que la capacidad de carga de cada uno era de 60 mil 500 litros.

Suponiendo que lleven agua, cada litro es un kilo por lo que lo que arrastraba penosamente el viejo camión eran nada menos que 121 toneladas.

Hace un año ilustrábamos un comentario sobre la ilegalidad de los dobles remolques, con la aparición, por fortuna rápidamente impedida, de un “full” de tres remolques con 16 ejes: tres en el tractor, tres en el primer carro de arrastre, cinco en el segundo y cinco en el tercero.

Con motivo de la revisión del TLC el asunto vuelve al primer nivel de importancia. Se ha documentado oficialmente que este sistema de transporte de carga ha registrado dos mil víctimas fatales en el término de un año, el presente que todavía no termina.

También debidamente documentado, que los gringos no aceptan este tipo camiones de carga porque sus leyes establecen un máximo de 36 toneladas y una extensión de 31 metros. Además que nuestros choferes sean bilingües, aunque ellos hayan invadido las vías de comunicación mexicanas con vehículos manejados por monolingües. Ellos imponen las reglas.

Pero el problema es que en México quienes ponen las reglas son los empresarios, el llamado en otros tiempos pulpo camionero, en el que estaban representados los más importantes políticos del régimen tricolor. Uno de ellos, emblemático, Rubén Figueroa.

Además del TLC tenemos en puerta la sucesión presidencial, en la que parece ir en punta el señor José Antonio Meade.

Puede ser, en el texto de hace un año, citábamos su declaración de que la cancelación de los “fulles” encarecería los productos y subiría el costo de vida. Y para que no pague más por vivir, mejor lo resolvemos con los “fulles”.

La inflación, pues, galopa en un camión de nueve ejes con llantas lisas y frenos agotados… a la anterior declaración se sumó el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, quien anunció que dos años seguirá la Norma 012.

Los diputados algo deberían decir, pero se callan y acatan las órdenes de Ruiz Esparza: no modificarán la norma antes de que esa oficina decida. Auténtica división de poderes…

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