“Vivan las Cuevas”, resonó en Bellas Artes

 

El pueblo despide al enfant terrible con magno homenaje


En medio de la polémica y de manera un tanto desangelada se realizó, la tarde de ayer, en el Palacio de Bellas Artes, el homenaje luctuoso al escritor, grabador y escultor mexicano José Luis Cuevas, quien dejó de existir el pasado lunes a la edad de 86 años.

“Voz, imagen e idea de la ruptura. Cuevas abrazó su tiempo y miró más lejos todavía, puso lo ojos más allá de las fronteras. Con arrojo trazó los mapas de esa aventura artística y salió al mundo para firmarse mexicano en su inquebrantable universalidad. Perteneció a una generación de creadores que al trazar sus líneas e imágenes en el retrato de los personajes expresaron el alma del ser humano”, dijo María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura.

Amigos, colegas, familiares e integrantes de la comunidad artística y cultural de México se dieron cita, desde temprana hora, para recordar al miembro pilar de la Generación de La Ruptura, y también uno de los más destacados pintores del neofigurativismo.

La carroza fúnebre con las cenizas del artista arribó al máximo recinto cultural del país al rededor de las cinco de la tarde, entre los aplausos de la poca gente que se reunión al exterior de Bellas Artes.

La primera guardia de honor estuvo encabezada por la funcionaria García Cepeda; la viuda del artista, Beatriz del Carmen Bazán; el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín y la titular del INBA, Lidia Camacho Camacho.

Entre gritos de “¡Arriba Bertha!”, “¡No están solas!” y “¡Vivan las Cuevas!”, las hermanas Ximena, Mariana y María José, hijas del grabador, hicieron la segunda guardia de honor a las cenizas de su padre.

Algunas de las personalidades que ofrecieron sus condolencias y palabras a la familia fueron el arquitecto, escultor y escritor Fernando González Gortázar, el político Porfirio Muñoz Ledo y el escritor Homero Aridjis, quien no ocultó que la muerte de su amigo le pareció muy misteriosa, comenzando porque en los últimos años le resultaba muy complicado acceder a él y platicar en privado.

Ximena Cuevas exhortó a la comunidad artística a dar el lugar que corresponde a los grandes artistas de México. “No dejemos que nuestros artistas desaparezcan porque son nuestra memoria y son nuestra referencia de vida. De Cuevas hay que cuidar su legado para que sea el gigante que ha sido. Yo soy hija de una gran mujer, Bertha Cuevas que hizo el Museo Cuevas, y sí, yo creo que las cosas se ganan en la vida. No hay complicación, la viuda es la heredera, yo tengo la herencia que nadie me quita que es mi sangre”, sostuvo la hija del pintor