Esta semana se dictaminará la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal 2017, de la cual destaca la iniciativa de no crear nuevos impuestos y adelantar la liberación del precio de las gasolinas y diésel de manera gradual.
De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) estas pretensiones afectarán las maniobras para aumentar la recaudación, pues los Criterios Generales de Política Económica de 2017 estiman un incremento de 0.3 por ciento del PIB, de cara a la propuesta de ingresos de 2022.
A decir del CIEP, este aspecto pone en debate si en un futuro serán necesarias nuevas modificaciones tributarias o de carácter fiscal para incrementar la recaudación.
Las iniciativas presentadas por el presidente estiman que los ingresos totales equivaldrán a 21.2 por ciento del producto interno bruto (PIB), lo que se traducirá en una disminución de 0.5 por ciento del PIB.
Sobre la propuesta de incrementar el impuesto a las bebidas azucaradas, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), afirmó que esta medida afectará los costos de empresarios, quienes tendrán una percepción negativa de la política tributaria.
El CEESP indicó que resultará afectado negativamente el ingreso de los hogares, por el incremento eventual de los productos, sin mencionar el descontento entre el sector empresarial por la ruptura del compromiso que hicieran las autoridades de mantener el marco tributario sin cambios, por lo menos hasta finales del sexenio.
Será la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados quien dictamine la política de ingresos del ejercicio fiscal 2017, para que en seguida el Pleno proceda a lo correspondiente.
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