Home office tendencia contra los Godínez

 

Generación Z serán los “Godínez recargados” ya que no les importa trabajar más por dinero


Home office tendencia contra los “Godínez”

Las empresas están cambiando a esquemas de trabajo flexibles donde cada vez el trabajador “Godínez” está perdiendo terreno ante los millenials.

Atrás están quedándose los trabajos con horarios fijos y se abren paso las plazas laborales tipo freelance, en donde se trabaja de acuerdo a objetivos.

El mundo de los “Godínez”, es la subcultura del mexicano de oficina que se volvió tendencia en los últimos años; sin embargo, fue retratada desde principios de los años 60 en la telenovela “Gutierritos” de 1958, que de manera cómica mostraba la vida de los burócratas de la época.

Actualmente los “Godínez” se han colocado con mucha fuerza en muchos aspectos de la vida cotidiana, se genera contenido de todo tipo en las redes sociales relacionado a este grupo de individuos se han escrito libros.

El coordinador del Área de Televisión del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana (UIA), Alejandro Herrera Espinoza, señaló que la palabra “Godínez” forma parte de un estereotipo social que de manera despectiva los busca clasificar, incluso a las mujeres se les ha acuñado el término “Damita o Lady Godínez”.

“El hecho de que tengas un trabajo, estabilidad, horario no es malo o no debería ser malo; sin embargo, el millennial quiere tener mucha libertad, entonces por eso se le ha visto más negativo al término `Godínez´”, indicó.

Por ello, Herrera Espinoza, consideró que en las nuevas generaciones (millennials) existe un temor al término, debido a que puede estar asociado con una condición social promedio del que no haya salida.

El trabajo flexible está surgiendo como una consecuencia de la forma en cómo ha cambiado el entorno demográfico así como por tratar de recuperar un equilibrio entre la vida personal y el trabajo.

Estudios mencionan que este tipo de trabajadores serán 40 por ciento de la fuerza de trabajo para 2020. Existirá un número enorme de personas que no estarán involucradas de tiempo completo ni viviendo cual “Godínez” en una oficina corporativa.

La tendencia se puede consolidar por muchos factores siendo el avance en la tecnología el preponderante, pero también está el ahorro de costos por renta o compra de espacios por parte de las empresas e instituciones y el arribo de nuevas generaciones al mercado laboral.

Los “Godínez” han creado su entorno y se definen por ciertos rasgos característicos, por ejemplo: portar fuera de las oficinas el gafete de la institución o empresa en donde trabajan y un inflexible horario laboral. Es una realidad que en el futuro los gafetes desaparecerán ya que el empleado ya no tendrá la necesidad de cargarlo. Los horarios cambiarán radicalmente, el bono de puntualidad se esfumará y la jornada laboral se hará tan larga o tan corta como el empleado lo decida.

El home office abre el abanico de posibilidades para los empleos del futuro. Las celebraciones en oficinas quedarán reducidas a un “emoji” o a una conferencia a través de la cámara web dado que cada vez la tecnología acercará más y se generarán herramientas que potencialicen la productividad.

Datos relevantes

En la Ciudad de México regularmente los Godínez suelen verse en edificios de oficinas y negocios en zonas de Santa Fe, Polanco, Reforma, la Roma y la Del Vall;, sin embargo, viven el lugares muy alejados a su trabajo por lo que gran parte de su vida se les va en el transporte público y sus cubículos de trabajo.

Con la implementación del home office los nuevos empleos se llevarán a cabo en lugares fuera de las oficinas tradicionales, considerando la casa como uno de los principales, pero también se apunta que cafés, espacios compartidos, oficinas de clientes o proveedores concentrarán a la mayor cantidad de empleados.

Cabe destacar que de acuerdo al estudio Employment Outlook 2016 de la OCDE, México es el país donde más horas se laboran, mientras que en Alemania los trabajadores pasan menos tiempo en las oficinas.

Durante 2015 el trabajador promedio mexicano laboró dos mil 246 horas en todo el año, un aumento de 0.8 por ciento en comparación con el año pasado, por encima de Costa Rica, con dos mil 230 horas, y Corea del Sur con dos mil 113 horas.