Senadores destituyen a Rousseff; planea apelación

 

La exmandataria afirmó que es víctima de una “gran injusticia”


La primera presidenta de la historia de Brasil, Dilma Rousseff, fue destituida ayer, en un controvertido juicio que la exmandataria considera un “golpe” parlamentario.

Rousseff afirmó que apelará ante la Corte Suprema la decisión y se comprometió a seguir luchando por su país.

“En este momento no voy a decirles adiós. Estoy segura de que puedo decir ‘hasta pronto’”, le dijo a sus seguidores en Brasilia.

Suspendida de sus funciones desde el 12 de mayo —cuando el Senado aprobó la apertura del proceso de “impeachment”— la vida de esta economista de 68 años está marcada por su pasado como exmilitante de la organización de izquierda Política Operaria (POLOP) y por la tortura sufrida durante la dictadura militar brasileña (1964-1985).

Un momento oscuro de su historia personal y de la de Brasil que evocó y la emocionó en su alegato final en el Senado, el lunes 29 de agosto, en un discurso histórico en el que dijo que su destitución por medio de un juicio político que considera sin fundamentos supone una “ruptura institucional” para el país.

“Hoy sólo temo a la muerte de la democracia por la cual muchos de nosotros en este plenario luchamos”, dijo Rousseff en el Senado, conteniendo visiblemente las lágrimas.

El Senado brasileño destituyó a Rousseff por 61 votos a favor y 20 en contra, en una decisión que también confirma como presidente de Brasil a Michel Temer, quien ocupará el cargo hasta el último día de diciembre de 2018.

La decisión supone el fin de un trámite que comenzó en diciembre pasado en el Parlamento y fue supervisado en cada uno de sus pasos por la Corte Suprema, como garante constitucional de un juicio que condena a Rousseff graves irregularidades fiscales.

Rousseff dijo en su primera reacción al voto en el Senado, con el cual fue separada de su cargo, que es víctima de una “gran injusticia”.

Enseguida advirtió que el Partido de los Trabajadores (PT) hará la “mayor oposición que un gobierno golpista jamás tuvo”.

En un duro discurso realizado pocas horas después de la votación en el Senado, Rousseff dijo que los senadores “decidieron romper la Constitución”.

CONSTITUCIONAL

Estados Unidos sostuvo que el proceso de destitución de la expresidenta de Brasil fue constitucional y confió en que continuará la “fuerte relación bilateral” con el gobierno del entrante mandatario Michel Temer.

“Creemos que las instituciones democráticas han actuado dentro de su marco constitucional”, manifestó el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.

Los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador condenaron la destitución de Rousseff, en un proceso de juicio político que los tres países calificaron como un golpe de Estado.

El gobierno Venezolano anunció el retiro definitivo de su embajador en Brasil, Alberto Castelar, y el congelamiento de relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido del “golpe parlamentario” que “ha sustituido ilegítimamente la voluntad de 54 millones de brasileños”.

TEMER ASUME PRESIDENCIA DE BRASIL

Michel Temer asumió ayer la presidencia de Brasil, cargo que ocupará hasta diciembre de 2018, en una ceremonia en el Senado celebrada horas después de la destitución de Dilma Rousseff.

El presidente del Senado, Renan Calheiros, fue el encargado de declarar a Temer como nuevo jefe de Estado de Brasil, en un acto efectuado en la misma sala donde menos de tres horas antes Rousseff había sido destituida por juicio político.

Así finalizó un proceso iniciado hace nueve meses, con la admisibilidad del juicio político en la Cámara baja, que provocó una grave crisis política en un país azotado por la peor recesión en décadas.