Crisis institucional

Este año se efectuarán elecciones presidenciales en cinco países latinoamericanos, entre ellos México.

Estos procesos electorales se llevarán a cabo en escenarios políticos complejos y con un alto número de candidatos, con sistemas de partidos debilitados, así como con novedosos movimientos y liderazgos extrapartidarios e independientes.

Para el futuro próximo se percibe la apertura de un ciclo político caracterizado por mayores dificultades de gobernabilidad, fragilidad de las mayorías en los parlamentos y menos posibilidades de producir cambios.

En tal contexto, México experimenta un declive de la democracia, como ilustra el Informe Latinobarómetro 2017. Sólo 18 de cada cien personas manifiestan estar satisfechas con el funcionamiento del sistema democrático.

Al analizar el tema de la confianza en las instituciones afirma que únicamente 33% de la población confía en las autoridades electorales, 23% en el Poder Judicial, 22% en el Poder Legislativo, 15% en el gobierno y solamente 9% confía en los partidos políticos.

Este déficit de credibilidad política se debe en buena medida al fracaso de los partidos tradicionales como elemento central cohesionador y democratizador del sistema político en su conjunto.