PRD quiere oxígeno

PRD quiere oxígeno
PRD quiere oxígeno 

La agenda de Zambrano va en otro camino. Su objetivo es salvar los trozos del perredismo minimizado y su dirigencia tampoco tiene, liderazgo, simpatía ni el tamaño de caudillo.


Dobleces |

Por Israel Mendoza Pérez

@imendozape

La insistencia de Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, de incluir a miembros destacados de la sociedad civil en el proceso de selección de candidatos a las nueve gubernaturas, la Presidencia de la República, los 128 senadores, 500 diputados federales y diputaciones en 30 congresos locales, para 2024, se debe a que el partido del sol azteca cruza por una profunda crisis de cuadros políticos y un desfonde de militantes luego de las campañas en el Estado de México y Coahuila.

Si se suma el ingrediente de la dirigencia vertical y reacia de Zambrano Grijalva, el resultado es un partido que aportó poco a los comicios del Estado de México y Coahuila y requiere retomar, oxígeno, aunque sea con personajes de los que se pueda colgar el dirigente y le ayuden a concluir su extensión de dirigencia, después de los comicios de 2024.

Zambrano pretende hacer un partido apetitoso con nombres de la sociedad civil, incrustados en la alianza Va por México y tener un margen de maniobra en la mesa de negociación frente a Alejandro Moreno, del PRI, y Marko Cortés del PAN. De lo contrario corre con el riesgo de mantenerse como el partido satélite del PRI.

Y es que, en el círculo cercano de la dirigencia nacional hay preocupación, ya que en la elección federal del 2021, el PRD logró el 3.64 por ciento de la votación, por lo que se quedó al margen de perder el registro como partido político nacional. Por ello es la urgencia de meter en la agenda de la alianza opositora al bloque de la sociedad civil.

Hasta antes de la ruptura del PRD con el presidente Andrés Manuel López Obrador, los perredistas encontraron el nicho para unas cuantas causas en el discurso, porque en la acción su interés se centró en ganar elecciones y posiciones en los congresos. La sociedad civil no era parte de su estrategia.

En el partido, aunque Zambrano tiene dominio en la estructura burocrática, en el tema político y de respaldo a sus decisiones frente a los integrantes de la alianza su poder de convocatoria está reducido.

El PRD ya no es el partido de la movilización social ni simpatizante de grupos de académicos, intelectuales que en algún momento, se sumaban a las causas abanderadas. Por ello, la urgencia de adoptar a integrantes de la sociedad civil.

“El PRD plantea la necesidad de que las principales candidaturas para las elecciones del 2024, como son para la Presidencia, la Jefatura de la Ciudad de México y las ocho gubernaturas, sean decididas con la participación más amplia de la sociedad civil, mediante un método abierto, transparente, incluyente”, argumenta el dirigente perredista.

Sin embargo, en la agenda del PAN y PRI hay más intereses de por medio y su preocupación es darle batalla político-electoral a Morena en la campaña y en las urnas. Ellos no tienen riesgos en sus partidos. El único que puede perder el registro y pasar a la historia como un partido que, al quedarse sin caudillos perdió rumbo es el PRD. 

La agenda de Zambrano va en otro camino. Su objetivo es salvar los trozos del perredismo minimizado y su dirigencia tampoco tiene, liderazgo, simpatía ni el tamaño de caudillo.

RGH