Semana 11. Coalición PAN-PRD: transición con Mancera en Senado

 

Mancera tendrá la tarea de definir la nueva posición ideológica del PRD con planteamientos de izquierda moderna, socialdemócrata, alejada al populismo lopezobradorista


Si la propuesta de Ricardo Anaya con la alianza PAN-PRD no logra pasar el retén de la alianza PRI-PGRPinos, entonces el panredismo va a tener en el Senado su única posibilidad de evitar que López Obrador restaure el ancien régimen priista y configurar la transición del régimen autoritario priista y pronto priistamorenista a un nuevo equilibrio opositor con cambio de régimen y gobierno de coalición.

La pieza de este proyecto de transición la representa Miguel Ángel Mancera, quien desde el proceso de armado de la alianza PAN-PRD definió el gobierno de coalición, la única idea de nuevo régimen ante el intento del PRI de ganar Los Pinos y el posicionamiento neopriista de López Obrador como jefe de Morena, un partidoBabel formado por expriistas, expanistas y experredistas.

A lo largo de la campaña López Obrador ha mostrado la reconstrucción del viejo presidencialismo autoritario, centralista y caudillista. El achicamiento del viejo presidencialismo a través de mejores equilibrios de democráticos y de organismos constitucionales autónomos sería desandado por el López Obrador que quiere gobernar por decreto, desde el poder coercitivo de la Presidencia de la República y sin consensos como obligación.

Si López Obrador mantiene su ventaja y gana la Presidencia, entonces desde ahora se perfila Mancera como la única posición legislativa que debería encargarse de armar un trabuco legislativo para evitar que López Obrador use su experiencia priista para construir una nueva zona autoritaria de confort presidencial.

Incluso, aún en su tercera posición potencial que señalan las encuestas, el PRI estaría casi obligado a pactar con Mancera-PAN-PRD-MC una agenda legislativa para frenar el avasallamiento que prepara López Obrador y para impulsar un proceso, primero de contención del populismo lopezobradorista y luego de reformas transicionista para luego frenar la restauración del viejo priismo.

La agenda PAN-PRD que permitió la construcción de un frente opositor a finales de 2017 se basó en la gestión de Mancera en el Gobierno de Ciudad de México sin haber pertenecido al PRD. Ahora, en el Congreso, Mancera tiene la tarea de evitar la jibarización del PRD por la separación de importantes contingentes para ir a engrosar Morena.

Aún sin ser militante, desde el Senado y como legislador del Frente PAN-PRD Mancera tendrá la tarea de definir la nueva posición ideológica del PRD con planteamientos de izquierda moderna, socialdemócrata, alejada al populismo lopezobradorista que no es más que un priismo echeverrista-lopezportillista.

La tarea legislativa del Frente PAN-PRD debe evitar una mayor fragmentación de partidos en el Congreso y oponerse a que Morena, como en los tiempos del PRI, construya una mayoría absoluta con partidos chicos. Al contrario, Mancera sería la única personalidad política que puede encabezar una nueva alianza progresista con los priistas desencantados con el papel mediocre de José Antonio Meade en la campaña.

Por ser la figura con mayor experiencia de Gobierno, Mancera tendría que rehacer al PRD para evitar que la falta de liderazgos acelere el éxodo hacia Morena, un partido-Babel que estará atrapado entre los radicalismos antisistema de Nestora Salgado y el conservadurismo panista del neomorenista Germán Martínez Cázares.

La tarea de Mancera será catapultar a la bancada del Frente hacia la transición a un nuevo régimen con gobierno de coalición.

Política para dummies:La política es la habilidad para perder ganando y ganar perdiendo, o sea ganar-ganar.

Si yo fuera Maquiavelo: “Como a menudo el uso de las leyes no basta, es forzoso recurrir a la fuerza. Un príncipe debe saber entonces comportarse como bestia y como hombre”.