Tensión en las campañas

 

La tensión es cada vez mayor en los equipos de los partidos políticos, pues siguen casi igual las posiciones de los candidatos, como antes de iniciar el proceso de las mismas


A 59 días para las elecciones históricas de México, en las cuales se votará para escoger a un nuevo presidente de la República Mexicana, la tensión es cada vez mayor en los equipos de los partidos políticos, pues siguen casi igual las posiciones de los candidatos, como antes de iniciar el proceso de las mismas.

Aunado a que la Ciudad de México, y los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán elegirán gobernador, situación que motivará se incremente el ambiente político electoral a su mayor expresión en el país, y con todo lo que ello signifique.

Pasado el primer debate presidencial, las posiciones quedaron casi igual, liderando López Obrador en las encuestas. Lo que ha provocado un acrecentamiento de nerviosismo en los equipos de campaña de los candidatos, pero también o quizá mayor en los partidos políticos, legisladores, empresarios, Iglesia, periodistas, medios de comunicación, gobiernos Federal, estatales, municipales y la sociedad en general, un ambiente tenso.

Tal es el caso de Ricardo Anaya, candidato sui géneris del PAN, PRD y MC a la Presidencia, que en las últimas horas ha intentado mandar mensajes a las cúpulas del país, manifestando que él es el único que puede enfrentar y vencer a López Obrador, en un intento de congregar prácticamente a todas las fuerzas políticas y económicas del país. Así de ese tamaño están las cosas.

También se ha desatado un fuerte rumor en los medios de comunicación sobre la eminente salida de Enrique Ochoa al frente del PRI, pues no ha logrado que su candidato levante ni ha logrado la unidad priista esperada. Se habla ya incluso de los posibles sustitutos y se mencionan a Aurelio Nuño, coordinador de la campaña, José Narro, secretario de Salud o al senador Emilio Gamboa. Mientras tanto, el cuarto de guerra de Meade está muy preocupado, pues sus estrategias no han funcionado.