México y su papel en la Cumbre de Líderes de América del Norte

Por Kenia López Rabadán*

Por cuarta ocasión, México fue sede de la Cumbre de Líderes de América del Norte. Esta reunión trilateral entre Estados Unidos de Norteamérica, México y Canadá se celebra desde 2005 y tiene como objetivo hacer de la región norte del continente, la más competitiva del mundo.

La primera vez que se celebró esta Cumbre fue en Wako, Texas. En México, las ciudades de Cancún, Guadalajara, Toluca y CDMX han sido el escenario donde los mandatarios de esos tres países han acordado acciones en beneficio de la región para ser más competitivos, prósperos e igualitarios.

Como titular del Ejecutivo federal, esta es la segunda ocasión en la que asiste López Obrador. La primera fue en noviembre de 2021 cuando acudió a la ciudad de Washington D.C. con sus homólogos vecinos del norte, y esta semana, donde fue anfitrión.

Lo relevante de esta Cumbre es que los tres países han firmado compromisos sensatos para reforzar la seguridad, para alcanzar la prosperidad y sostenibilidad, así como para afianzar los lazos de la región. Los acuerdos se erigen bajo seis pilares:

• Seguridad regional. Acordaron instrumentar acciones para frenar los delitos asociados con el lavado de dinero, tráfico de armas, trata de personas, explotación infantil y narcotráfico. Además de fortalecer la seguridad continental ante amenazas regionales o globales, incluyendo aquellas que sean cibernéticas.
• Cambio climático y medio ambiente. Al menos dos de los tres mandatarios reconocieron que existe una crisis climática que debe ser atendida con urgencia, por lo que se deben emplear mecanismos para transitar hacia las energías limpias, así como dar un paso hacia la producción de vehículos de cero emisiones y fomentar su uso para combatir al cambio climático.
• Diversidad, equidad e inclusión. Reiteraron su compromiso de proteger a las comunidades y grupos históricamente discriminados y marginados, así como garantizar su participación plena y equitativa en las democracias y economías.
• Migración y desarrollo. Los países firmantes reconocieron que la migración es un fenómeno que ha ido incrementando con los años, por lo que se comprometieron a que ésta sea segura, ordenada y humana. Promoverán la integración de migrantes y refugiados, así como brindarán protección a quienes soliciten asilo o se encuentren en estado de vulnerabilidad. México será el país que acogerá a los migrantes hasta en tanto se defina su situación migratoria.
• Competitividad. La inversión de capitales es fundamental para el desarrollo de la región, por lo que se comprometieron a trabajar con el sector privado e impulsar el desarrollo, crear fuentes de empleo y fomentar el emprendimiento de pequeñas y medianas empresas.
• Salud. Habrá una cooperación sanitaria trilateral enfocada en la prevención, preparación y agilización de servicios médicos ante emergencias sanitarias que pudieran suceder.

México tiene hoy en sus manos el reto de consumar los compromisos firmados, por lo que desde el Senado mexicano, estaremos pendientes de que esto se haga y en caso de omisión del gobierno federal, demandar su estricto cumplimiento.

*Senadora. Presidenta de la comisión de Derechos Humanos