Todo decidido

El Pico del Pollo |

Por: Alfredo Albíter Sánchez

Si hay una forma muy fría, rápida y lapidaria para acabar con una plática llena de temas políticos, en donde la imaginaria de los participantes repase una y otra vez los ritos para seleccionar abanderados en los partidos políticos, alianzas o coaliciones, es el “la decisión ya está tomada”.

No sé qué tan popular o impopular se vuelva el personaje que la diga, qué tanta información posea para soltarla en pleno desarrollo de la charla, cuáles sean sus fuentes, cómo se enteró o quién le pidió transmitir el mensaje, pero de que algo sucederá, lo puedes jurar al mil…

Después de esta frase, nada será igual, nada será lo mismo todo, hasta el ambiente cambiará. Pero ojo, no significa se acabó la reunión, nel, aún hay mucho tiempo para regresar al tema político, sólo que ahora con una óptica diferente.

Quién obtuvo el premio, cuándo y cómo se dará a conocer, quiénes se van a incorporar al equipo. No debe faltar el mi primo conoce a un cercano a él o ella y mañana mismo le hablo para sacar una cita, ¿te acuerdas de fulano?, pues es su vecino y la lleva de rechupete con ella/él, así es que vamos a invitarlo.

En todos los colores o partidos sucede lo mismo. Ya hablaremos de ello.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen, para los alados y las aladas de esta columna, será un fin de semana un poco nublado -no da para más-, porque en la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) un alguien tiene la “lámina” muy delgada y se le abolló con la información dada a conocer en este espacio.

Con la pena “don”, pero no es mi culpa se traigan un desorden en el área. Tampoco aconsejo a los “sicarios” -no es autoría mía, así les dicen- digan, ellos son los que realmente operan y llevan en hombros la dependencia, eso lo prometo, no tengo por qué resolverlo, tampoco las denuncias y quejas directas a las que sólo se les ha dado el avión…

Que le importe o no lo que escribo -platico- en este espacio, pues mire, cómo le explico que, con una sola persona me distinga con su tiempo para “ler” es más que suficiente y ha valido la pena.

Lo prometo, me divierte escribir -platicar- y pues lo seguiré haciendo, porque entiendo, esto no es un concurso de simpatía. De tal suerte “que no tenga tanta penetración” no me hará llorar, pues como decía el papá de los pollitos, “el que no quiera ver fantasmas, que no se asome de noche”.

No se trata de un tema personal, tampoco es un asunto de amigos, pues no lo somos. Si el parámetro para serlo son las alabanzas, gracias, pero no gracias.

Nada de envidia, lo prometo, además para fortuna de este alado, no balconean su vida pública y privada, en una taquería de la muy “in” colonia Condesa, en la capital del país.

¿Qué cosas, no?…

Aunque el INEGI, diga lo contrario.

Por hoy, cierro pico. Shalom.

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