La historia de Rebeca Méndez, conocida como “la loca del Muelle de San Blas”

 

El hit de la banda Maná "En el Muelle de San Blas" es una de las canciones del rock más conocidas por la cultura mexicana, la cual cuenta una historia que podría ir más allá de lo que dice la canción.


Sin duda alguna el hit de la banda Maná “En el Muelle de San Blas” es una de las canciones del rock más conocidas por la cultura mexicana y latinoamericana, la cual cuenta una historia que podría ir más allá de lo que dice la canción.

La historia está inspirada en Rebeca Méndez quien según su hija Blanca Leticia Suárez Méndez, esperaba a un marinero que la había dejado enamorada y desolada aunque la realidad era que ella esperaba de un hombre del que nunca quiso revelar su identidad.

Su historia inició en Guadalajara, ciudad en la que creció y donde comenzaba a ser reconocida por su talento para el canto. Rebeca tuvo que interrumpir su carrera debido a que quedó embarazada de Leticia y a la vez no le permitieron casarse con el padre.

La familia del hombre no aprobaba la relación por lo que ambas familias decidieron separarlos, enviando a vivir al extranjero a su enamorado.

Más tarde dio a luz a dos hijos más pero de igual modo no pudo formalizar su relación y cumplir el sueño de casarse.

Su obsesión por ser desposada la hizo vestirse de novia y después de varios desordenes mentales fue enviada a un manicomio.

Tiempo después Rebeca logró escapar del manicomio, por lo que deambulaba por las calles en busca de sus hijos y de su enamorado; siendo así cómo llegó al muelle de San Blas en Nayarit donde poco a poco se hizo de popularidad.

Su hija cuenta que a Rebeca se le conocía como “la chica de humo” ya que siempre se le podía ver fumando en el muelle y pocas veces lograban ver cuando llegaba o cuando se iba del lugar, parecía simplemente aparecer ahí.

Años más tarde Rebeca logró encontrar el amor al conocer a un hombre mucho menor que ella y cuando parecía que sus sueños se concretaban, el joven falleció en un accidente, por lo que volvió a quedar sola.

Rebeca entonces se quedó a vivir en las cercanías al muelle, en donde comenzó a vender muñecas de tela como forma de sustento. En ocasiones se le podía ver vestida de blanco como de novia, por lo que comenzaron a reconocerla bajo el nombre de “la local de muelle de San Blas”.

Rebeca Méndez falleció en el 2012 a los 63 años, pero su recuerdo se mantiene vivo en el muelle y en quienes narran y escuchan su historia.

AGM