¿Qué son TEA y TDAH y cuáles son sus diferencias?

 

Tanto el TDA-H como el TEA son trastornos que se diagnostican a través de la observación de los síntomas y el comportamiento de la persona.


Tanto el TDA-H (Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad) como el TEA (Trastorno de Espectro del autismo) son conceptualizados por el DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) como trastornos del neurodesarrollo.

En el caso del TDA-H nos encontramos con un trastorno del comportamiento que se caracteriza por una actividad excesiva, impulsividad y dificultad para concentrarse.

Por otro lado, el TEA es un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación, a la interacción social y al comportamiento.

Aunque son trastornos diferentes, pueden presentarse juntos en algunos casos (comorbilidad) y afectar el desarrollo y la calidad de vida de las personas que los padecen.

¿Cómo se diagnostican estos trastornos?

Tanto el TDA-H como el TEA son trastornos que se diagnostican a través de la observación de los síntomas y el comportamiento de la persona.

En el caso del TDA-H, se utilizan cuestionarios y pruebas neuropsicológicas para evaluar la actividad, la impulsividad y la capacidad de atención.

En el caso del TEA, se utilizan pruebas específicas para evaluar la comunicación, la interacción social y el comportamiento repetitivo.

Es importante que el diagnóstico sea realizado por un profesional de la salud capacitado en el tema porque siempre deberá valorar los límites (diagnóstico diferencial) entre estos trastornos o bien la coexistencia entre ellos (diagnóstico comórbido).

Las altas tasas de convivencia entre ambos trastornos nos llevan a pensar que si limitamos el diagnóstico solo al TDA-H, por ejemplo, existirán altas probabilidades de que pasemos por alto otros problemas, en ocasiones tan o incluso más importantes que el propio TDAH.

Por otro lado, si solo prestamos atención al trastorno psiquiátrico más grave (por ejemplo, el TEA) y entendemos la sintomatología TDA-H como algo más que ilustra al trastorno, nuevamente podemos incurrir en un error diagnóstico o una mala orientación del tratamiento y/o la información que se da a familias, maestros…

KJ