¿Cuánto más?

 

¿Solamente existe la ley para quienes trabajamos de forma legal?


Si existe una verdad irrefutable, por donde se la quiera ver, es que “en este país cada quien hace lo que se le pega su regalada gana”. Si bien es cierto que vivimos en un sistema de libertades, la libertad termina donde lo establece la ley, pero eso sigue sin importarle a quienes integran los frentes opositores al gobierno. Aunque a muchos no les guste, los iniciadores de esta forma de hacer de las suyas fueron los miembros de las izquierdas una vez que emergieron del clandestinaje, para insertarse en la sociedad de forma poco ortodoxa haciendo de la libertad un espacio para el libertinaje.

Tienen mucha razón los empresarios cuando señalan que ellos son quienes exponen su dinero cuando de generar empleo se trata, pero con las decisiones timoratas de los gobiernos en estos tiempos lo único que ocurre es que tienen la seguridad de que van a perder su dinero. Por eso el retraimiento de la inversión productiva y el fracaso de los programas de emprendimiento que subvencionan las estructuras gubernamentales.

La mejor muestra de que cada quien hace lo que le viene en gana es la actitud timorata de los gobernantes de los tres órdenes para enfrentar la estrategia desestabilizadora de los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que a decir de los analistas económicos han provocado mayor daño a las estructuras de la producción que los efectos de la crisis de bienes raíces iniciada en Estados Unidos.

El problema no es que los maestros hagan lo que se les pegue la gana con toda la premeditación, alevosía y ventaja que pueden tener en razón de su papel de opositores al régimen, también con todo el dolo de que son capaces de manifestar, para que los demás entendamos quiénes son los que tienen patente de corso para destruir al país si se lo proponen y si no cumplimos sus caprichos.

Para decirlo de otra forma más ilustrativa, menos de 100 mil maestros le han causado un brutal daño a 125 millones de mexicanos que integramos este maravilloso país. Eso solamente puede ser comparado con la fuga de capitales por la devaluación durante el régimen de José López Portillo. La pregunta que todos nos hacemos es: ¿hasta cuándo señores gobernantes? ¿O solamente existe la ley para quienes trabajamos de forma legal y se perdonan las ilegalidades a quienes viven de nuestro dinero? Sin lugar a dudas, México es muy contradictorio, y lo peor, con gobernantes timoratos. Al tiempo.