Los números

El Pico del Pollo |

Por Alfredo Albíter Sánchez

Mira lectora, lector queridos, sé que va a arder de nuevo y no faltará quien lo tome como una especie de fijación, de quien es responsable de este espacio, pero pues no lo es, simplemente se trata de dar a conocer la información relacionada con “inconsistencias” en la administración pasada -de Juan Rodolfo Sánchez Gómez- que a los tolucos nos ha costado algo así como 550 millones de pesos y nos costará más.

Así pues, en la nota principal de CAPITAL EDOMÉX, podrás leer, de acuerdo a información oficial, cómo en plena pandemia creció la deuda como si le hubiesen puesto “royal”, algo así como 4 veces…

¿Recuerdas que en alguna ocasión, Juan ROBOlfo Sánchez Gómez (insisto una vez más NO es autoría mía) armó tremendo “chou” en la Plaza Cívica de la capital, porque según él, los malos, maloso de enfrente -Poder Ejecutivo- no le entregaba los recursos que le correspondían por aportaciones?, a ello le seguía el argumento de no poder hacer nada por falta de dinero, de recurso…

Pues resulta que nos quiso ver la cara, porque el gobierno del estado en 2019 le entregó dos mil 900 millones de pesos; para el 2020 se le dieron dos mil 800 millones y en el último año de su gobierno, es decir en el 2021 dos mil 790 millones de pesos…

Luego entonces ¿a dónde fueron a parar esos 7 mil 490 millones de pesos de aportaciones, a qué obras se destinó y por qué se dejó de pagar a proveedores y trabajadores?, ahí estaba la “feria” ¿no?  ¿Y luego?….

Respuestas pues podríamos esperar cualquier cantidad, pero no es tan simple la cosa, mucho menos cuando en medio están personas que -lo han dicho y lo sostienen- debido a esas acciones, hoy consideradas como inconsistencias, perdieron gran parte o su patrimonio total, disolvió familias por los problemas económicos enfrentados al no recibir el pago de sus quincenas, de las labores realizadas, porque en el Ayuntamiento se les decía ya mero pagarían y así pasaron siete quincenas…

Trabajadoras y trabajadores que al momento de solicitar el pago de su labor -ya realizada- recibían un “pues si no has venido a trabajar a la oficina, cómo quieres cobrar”.

Claro, señalar que se había dado la instrucción por la pandemia, era motivo también de recibir un “muéstrame el oficio en donde se autoriza o se ordena hacer trabajo de home office”.

Así de ese tamaño fueron las respuestas…

Un número importante de servidores públicos se quedaron sin firmar listas o checar asistencia por el método tradicional, ya que por la emergencia sanitaria se encontraban impedidos de moverse al lugar de trabajo, esto fue el pretexto ideal para -por lo menos- amenazar con actas administrativas por las ausencias y por supuesto, no faltó la recomendación, si quieres demandar hazlo, ahora no hay juzgados ni oficinas donde hacerlo, así es que cuando proceda ya no estaremos…

Aunque el INEGI, diga lo contrario.

Por hoy, cierro pico. 

Shalom.

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